Este espacio, de casi 1500 hectáreas, se localiza en el noroeste de la isla de Eivissa, en los términos municipales de Sant Antoni de Portmany y Sant Joan de Labritja, e incluye tanto superficie terrestre como marina. De esta área destaca su orografía e irregularidad, con elevaciones de 300 a 400 metros de altura separados por pequeños valles y torrenteras donde se localizan algunas de las mejores tierras cultivables de la isla. Hacia el norte, los picos caen a plomo sobre el mar dando lugar a espectaculares acantilados que son una de las últimas reservas de vida salvaje de las Pitiusas. En estos rincones, más inaccesibles, se localizan algunos endemismos vegetales y se refugian numerosas aves de presa y aves marinas raras o endémicas y, por lo tanto, protegidas.