La calidad e importancia de este reducido espacio marino protegido se basa principalmente en la presencia de una extensa pradera de posidonia. En cuanto a las especies de fauna protegidas o de interés comunitario que habitan o utilizan en este espacio marino destacan el águila pescadora (Pandion haliaetus), la gaviota de Audouin (Icthyaetus audouinii) y el cormorán moñudo (Gulosus aristotelis) todas ellas consideradas como vulnerables en el catálogo español de especies amenazadas. En los acantilados costeros nidifica también el halcón peregrino (Falco peregrinus). En cuanto a cetáceos y reptiles marinos, con suerte, se puede observar algún ejemplar de delfín (Tursiops truncatus) y más raramente algún individuo de tortuga marina (Caretta caretta). El fondeo de embarcaciones de recreo es actualmente la principal amenaza para las comunidades bentónicas de los fondos marinos (principalmente para las praderas de posidonia) mientras que las capturas accidentales y la pesca fantasma son las principales amenazadas para las aves y tortugas marinas. El tráfico excesivo de embarcaciones es un importante factor de amenaza por los delfines y otros cetáceos.